Después de algunas semanas trabajando en clase el tema de los estereotipos y las muñecas, por fin se van viendo los resultados y en mi caso la tradicional Barbie, impoluta, bien arreglada, con un cuerpo diez... se ha convertido en una minera, con el pelo moreno y algunas canas, la cara sucia por el carbón pero feliz por desempeñar un trabajo que normalmente se le atribuye al hombre y sin complejos por tener algún kilito de más.
Aquí os dejo el antes y el después para que podáis comparar y opinar.
*En las fotografías la muñeca parece que tiene la cara más ennegrecida de lo que realmente esta.
Espero que os haya gustado y os animo a participar en un proyecto como este.
Atentamente,
Carolina Pérez
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